Quantcast
Channel: sigueleyendo.es » Lucas Santos
Viewing all articles
Browse latest Browse all 14

DESPUÉS DE LA TORMENTA

$
0
0

 

 

 

 

LUCAS SANTOS

He aquí el nuevo largometraje del director de Take Shelter, Jeff Nichols. En Mud, Ellis y Neckbone, dos adolescentes que viven en una zona pantanosa del Golfo de México, se convierten en compinches de un misterioso aventurero solitario que vive escondido en un islote y durmiendo en una barca atrapada entre las ramas de un roble desde la última gran crecida de las aguas. Visitan a diario a Mud (“cieno”, interpretado por Matthew McConaughey) para proveerle de alimentos y de utensilios con los que reparar la barca abandonada y huir. ¿De qué? Poco a poco van sabiendo que Mud ha cometido un crimen pasional y le persigue una peligrosa familia mafiosa; que ronda a una rubia misteriosa cuyas apariciones por la zona ya les habían fascinado antes de relacionarla con él; y que acarrea un dudoso pasado del que sólo parece explicar una versión sesgada. Al final, Mud acaba dando muestras de vileza y de lealtad, de miseria y de grandeza.

Historia de aventuras adolescentes y primeros amores, thriller, drama familiar… En Mud se combinan varios tonos pero, finalmente, se impone la presencia del western, el género de géneros del cine americano, tal y como nos indica el tiroteo final. Es una deriva coherente puesto que, en el recorrido de su joven protagonista (Ellis), una y otra vez emerge inevitablemente la violencia, el enfrentamiento, la ley del más fuerte, el uso de las armas… Pero también porque nos da una visión precaria y moralmente ambigua del mito, particularmente de la figura del héroe, que es observado con fascinación por personajes de corta edad como en Shane (Raíces profundas, G. Stevens). O como en Moonfleet (Fritz Lang), que no es un western pero es también un claro antecedente de la que nos ocupa.

Mud es un criminal pero da una muestra de coraje; aunque es un caradura, es también un ser solidario; infunde alternativamente seguridad y miedo; es un buen y un mal ejemplo a la vez… Ellis y Neckbone ven cómo, en su aventura con ese extraño personaje, se desdibujan las nociones del bien y del mal y viven, en unos pocos días, un proceso acelerado de maduración por la vía de la honda decepción ante el mundo adulto (“Si puedes mantener en su lugar tu cabeza / cuando todos a tu alrededor / han perdido la suya y te culpan de ello”, empieza el poema más famoso de Kipling, cuyo espectro parece a ratos recorrer el film).

En paralelo, Ellis aprende mucho también sobre el amor y el desamor: en el cruce de experiencias que supone la crisis matrimonial de sus padres, sus primeros pinitos en el ligoteo y el contacto con el romance de Mud y Juniper (Reese Whiterspoon), Ellis recibe una lección intensiva de educación sentimental sobre los códigos de respeto y lealtad que deben regir la relación entre un hombre y una mujer.

Tal vez suene muy tradicional, sí, pero es que Mud parece hacer referencia a los principios más conservadores y arraigados de la nación estadounidense para mostrar sus claroscuros. ¿No es eso, al fin y al cabo, la esencia del western? Nichols está resultando un cineasta muy castizo que se acerca a John Ford, al espíritu de obras maestras como The Searchers (Centauros del desierto) y a una rica tradición que continúa hasta nuestros días en la obra de Clint Eastwood, cineasta que ha hecho un tema central de su obra no sólo la desmitificación sino la disección de la turbia figura del héroe: véanse El jinete pálido, Sin perdón o la sorprendente Gran Torino, que también trata sobre el contacto entre un adolescente y un varón maduro al que admira a pesar de sus evidentes imperfecciones.

.

Elija el formato que mejor se adecue a su realidad, pero sin cambiar de héroe

Esa evolución como accidental hacia las texturas del western guarda, además, una gran coherencia con los temas e inquietudes de Take Shelter, que ya era, de alguna manera, una película sobre un vaquero que trata de proteger a su clan en un contemporáneo pero salvaje Oeste. Take Shelter y Mud forman, en conjunto, un rico ejercicio de observación de las contradicciones y temores del alma americana en estos inicios del siglo XXI, después del 11-S y del Katrina; no olvidemos esa barca embarrancada en las ramas del árbol, alusión a una gran catástrofe natural anterior a los acontecimientos del film.

Hay, además, otro parentesco entre ambas películas establecido por sus últimos planos (ojo, quien no quiera conocer el final de la película, que no siga leyendo). En Mud, tal vez habría sido interesante no saber qué pasa con el personaje central después de desaparecer entre las aguas y quedarnos con la duda, tal y como corresponde a una leyenda. En cambio, Nichols nos lleva hacia una última secuencia, una imagen final que nos muestra a Mud oteando el horizonte del mar abierto y preguntándose dónde irá, cómo continuará su andadura. A su vez, Take Shelter se cerraba con un primer plano de Jessica Chastain afrontando la amenaza que, durante todo el film, se había incubado sólo en la mente de su esposo.

Un mismo matiz de desconcierto recorre ambas miradas, dos planos que parecen contener el sentido último del cine de Nichols y su idea sobre América.

 


Viewing all articles
Browse latest Browse all 14

Latest Images

Trending Articles





Latest Images